El monumento de la III Internacional Socialista inspira la decoración navideña de las rotondas.
Palabras clave: rotonda, decoración navideña, arte conceptual, tatlin, navidad, constructivismo, carretera nacional.
Es un hecho evidente que el desarrollo del urbanismo ha convertido las rotondas en espacios donde mostrar la creatividad: esculturas, conjuntos escultóricos, intervenciones, conjuntos decorativos temporales, barcos reales como si fueran readymades, palmeras distribuidas de manera geométrica como las obras land art, anuncios de bodas escritos sobre sábanas (estas son las que más se reponen), las rotondas aceptan todo.
En la carretera nacional 340 a su paso por Huércal de Almería se encuentra una de tantas rotondas que son decoradas en la campaña navideña. Está rodeada por un restaurante de comida rápida norteamericana, un concesionario de coches alemanes, otro concesionario de coches coreanos y un almacén de productos chinos para todas las necesidades. Lo cuento con tanto detalle porque paso a diario por ella, y si el semáforo me obliga a parar, espero observando los cambios que se llevan a cabo en la rotonda. En estas fechas toca decoración navideña, y al fijarme en ella hace varios días, me resultó familiar. No soy un experto en decoración, y mucho menos navideña. Lo que me resultó familiar era la forma de la escultura decorativa. Revisé mentalmente la historia del arte que recuerdo, hasta encontrar el “Monumento a la Tercera Internacional”, obra de Vladimir Tatlin.
Tatlin entró en la historia del arte al fundar en 1914, junto a otros artistas rusos, la vanguardia conocida como Constructivismo. Más tarde se convirtió en uno de los artistas más importantes de la Rusia salida de la revolución, y como tal se propuso construir un monumento de cuatrocientos metros de altura, que superara en ochenta y ocho metros a la Torre Eiffel, que se moviera y además contuviera varios edificios.
Desde su invención en 1920 el proyecto se fue perfeccionando, como demuestra la maqueta que se exhibió en la Exposición de Artes Decorativas de 1925, celebrada en París. Sea por las dificultades económicas del proyecto o por su desmesura, para la que no existía la tecnología necesaria, el sueño de Tatlin quedó reducido a una escultura. Y en ese campo ha tenido una gran influencia, influencia que alcanza la rotonda de Huércal de Almería.
En este espacio, el sueño de Tatlin se aplica a una aspiración que seguramente no imaginó: alimentar el consumismo. Las líneas curvas, las diagonales, la mayor parte de los volúmenes geométricos y abstractos en general, carecen de simbologías firmes. Por lo tanto se prestan a todo tipo de interpretaciones cambiando sus colores, su textura, su combinación, el contexto en el que se muestran… la combinatoria es infinita.
No me gustaría que este artículo quedara como un chiste o una gracia sin más. El humor puede surgir si estás dispuesto a sorprenderte, a pensar que lo elevado y lo prosaico pueden coincidir. A dar por sentado que un diseñador de motivos navideños es una persona culta que sabe robar ideas y reinterpretarlas.